Jettatore! es la brillante comedia de Gregorio de Laferrère que actualmente se puede ver en el Teatro Nacional Cervantes. La obra bien podría formar parte del repertorio de comedias de enredos del Bardo ingles con amantes que tramas intrigas, pretendientes fracasados y padres empecinados en dar la mano de su hija por interés económico y honor. Para expresarlo en una sola oración el argumento principal podría sintetizarse en "dos amantes buscan desacreditar al pretendiente de la muchacha inventando la fabula que este es un Jettatore (personaje que causa la mala suerte o Jetta a los que lo rodean)".
Laferrère escribió la dramaturgia de Jettatore! como una broma o apuesta con un amigo, pero su resultado inintencional fue, tal vez, la primera comedia porteña. Jettatore no es un grotesco criollo, no muestra personajes chabacanes o caricaturizados, o se plantea en escenarios de conventillos, ni busca ninguna crítica político-social. No es casual que Jettatore! se desarrolle en la clase alta argentina, donde su autor nació y a la cual perteneció durante toda su vida, aún desarrollando tareas como Diputado Nacional durante 10 años. Sus personajes, distinguidos oligarcas y tarratenientes, se mueven con total inocencia por el mar social al que pertenecen, donde su posición allí jamás es cuestionada. Aún así Laferrère es sabio en encontrar que aún las clases mas adineradas son tan brutas como las menos pudientes cuando la superstición irrumpe en sus vidas. Así es como todos los personajes, desde el tilingo y ludópata de Pepito hasta el impasible patrón de la casa, sucumben finalmente al invento de la jettatura de Don Lucas, el "infame" pretendiente que busca entrar en el seno de la noble y patriarcal familia porteña. Un invento que hasta los propios creadores terminan por creer, porque cuando la mala suerte penetra en la mente humana toda coincidencia es obra de su mano negra...
El Cervantes, para quienes no han tenido el gusto de presenciar una obra allí, es un hermoso teatro y su fachada se encuentra inspirada en la de la Universidad de Alcalá de Henares. El teatro ha sido progresivamente refaccionado y su sala principal, donde se presenta la obra, es ya por sí sola una grata visita arquitectónica (sino algo incomoda por los sillones que se usan como butacas).
